miércoles, 8 de octubre de 2025

 DETECTAR EL CÁNCER DE MAMA NO ES SUFICIENTE. EL NUEVO LLAMADO ES: DETECTAR CON PRECISIÓN 

En Colombia, el cáncer de mama constituye una amenaza grave para la salud femenina. De acuerdo con el Observatorio Global de Cáncer – Globocan 2024, esta enfermedad representa cerca del 30 % de los nuevos diagnósticos oncológicos en el país y causa alrededor de 12,9 muertes por cada 100.000 mujeres cada año. A su vez, el Instituto Nacional de Cancerología y la Liga Colombiana contra el Cáncer advierten que más de 140.000 mujeres viven actualmente con cáncer de mama en Colombia, y en más del 90 % de los casos se trata de tumores invasivos. Estas cifras no son solo estadísticas: son historias de vida, familias, expectativas y decisiones urgentes que cambian el rumbo, no solo de las pacientes, si no de sus familias.

Este octubre, la Fundación FICMAC quiere agregar al llamado tradicional de detectar a tiempo para escalar a un nuevo nivel, detectar con precisión. La ciencia ya demostró que no existe un único cáncer de mama, sino muchos tipos distintos que requieren tratamientos diferentes. “Cada tumor tiene su propia huella genética. Esa información está en su ADN y determina su comportamiento, su agresividad y su respuesta a las terapias. Lo que salva a una paciente puede ser inútil o incluso perjudicial para otra”, explica el doctor Andrés Felipe Aristizábal PhD, vocero de FICMAC.

Gracias a los avances en genética y biología molecular, la medicina de precisión está revolucionando la oncología: pruebas de secuenciación de nueva generación que leen miles de mutaciones en minutos, perfiles de expresión génica que permiten identificar quién realmente necesita quimioterapia y quién puede tener alternativas diferentes, biomarcadores que abren la puerta a terapias dirigidas más efectivas y con menos toxicidad. La diferencia es radical, menos tratamientos innecesarios, más calidad de vida y mejores pronósticos para los pacientes.

De acuerdo con Alejandra Toro, presidenta de la Corporación Luz Rosa: “Hoy ya no basta con decir que se ha detectado un cáncer; necesitamos conocerlo en profundidad. Cada tipo de cáncer de mama tiene subtipos con mutaciones específicas, y para identificarlos es fundamental la secuenciación genómica. Solo así podemos determinar cuál es la mejor opción terapéutica, reducir efectos secundarios y ofrecer tratamientos dirigidos y personalizados. Diagnosticar correctamente no es solo un paso médico: es abrir ventanas de oportunidad para que cada paciente reciba la atención más efectiva y tenga más posibilidades de un futuro lleno de esperanza.”

Iniciar una terapia sin conocer el tumor puede ser un camino a ciegas

El costo de desconocer la estructura particular de un tumor en los senos puede ser devastador. Entre las principales consecuencias se encuentra la pérdida de tiempo valioso, mientras la enfermedad avanza, exposición a quimioterapia que no tendrá resultados óptimos, menores tasas de supervivencia y un mayor riesgo de recurrencia. “La consecuencia más frecuente de no identificar bien un tumor antes de iniciar la terapia es darle a la paciente un tratamiento ineficaz. Y en cáncer de mama, equivocarse significa perder tiempo, salud y vidas”, añade el Dr. Aristizábal.

El reto en Colombia es enorme. Hoy, las pruebas genómicas aún no están disponibles para todas las mujeres que las necesitan; el acceso depende del asegurador, de la región o incluso de la capacidad de la paciente para exigirlas. De acuerdo con Alejandra Toro de Luz Rosa, la solución pasa por dos caminos: lograr cobertura real y oportuna en el sistema de salud, y educar tanto a médicos como a pacientes sobre la importancia de incluir estudios moleculares antes de iniciar cualquier tratamiento.

Cada cáncer de mama es único, y cada mujer merece un tratamiento diseñado a su medida. Para las pacientes, el mensaje es clave: la mamografía puede salvar tu vida, pero comprender la genética de tu tumor es lo que permite definir la terapia más efectiva. Después del diagnóstico, como sugiere Alejandra Toro, “la pregunta esencial es: ¿Qué tipo de cáncer tengo? y dentro de ese tipo, ¿qué subtipo es? Conocer el nombre y apellido de tu cáncer es lo que hace posible un tratamiento verdaderamente personalizado, enfocado en tus necesidades específicas y en aumentar las posibilidades de superar la enfermedad.”

Octubre, más que un mes rosa, es un recordatorio de que la ciencia y la esperanza avanzan juntas, y que conocer con precisión lo que ocurre dentro del cuerpo puede transformar vidas, proteger familias y abrir futuros llenos de posibilidades.

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