¡EL CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS ADULTERADAS DEJA PERSONAS CIEGAS!
Claves para adquirir
licor
1.
Comprar
en lugares reconocidos. Si va a adquirir bebidas alcohólicas, es conveniente
hacerlo en tiendas de cadena o lugares reconocidos y abstenerse de hacerlo en
ventas ambulantes.
2.
Revisar
empaque del licor ya sea en botella o tetrapack (empaque de cartón), se tiene
que revisar que las tapas, las etiquetas y sellos de seguridad estén en buen
estado y no se vean modificados o artesanales.
3.
Prestar
atención a la etiqueta. Si en el momento de comprar la bebida alcohólica la
etiqueta se desprende con facilidad o la impresión se borra con tan solo pasar
un dedo por encima, rechazar el licor.
4.
No
debe tener partículas. Si en el momento de poner la botella a contraluz el
líquido no presenta un color uniforme, se ven partículas en suspensión o
sedimentos, no lo acepte.
5.
Sospechar
de precios bajos. Si a la hora de comprar cualquier bebida embriagante esta
presenta un precio inferior al que está normalmente en el mercado, no la
acepte.
6.
Llevar
las botellas vacías a canecas recolectoras de vidrio para reciclar. No depositarlas
en la basura. Destruir siempre las tapas.
7. Denunciar la venta de licor adulterado a través de la línea de emergencias 123.
Esa
situación ha llevado a emprender múltiples campañas de prevención, una de
ellas, es la del Instituto Nacional para Ciegos, INCI que precisamente ha
tenido que recibir a personas que han quedado ciegas víctimas de esta situación
y que advierte que, una de las principales causas de intoxicación aguda en la
población general ocurre por el consumo de licor adulterado o por la
elaboración de bebidas artesanales con alcohol etílico, el cual es de venta
libre, fácil acceso y bajo costo. De igual forma, es importante tener en cuenta
que el diagnóstico temprano y tratamiento adecuado en casos de intoxicación con
este tipo de sustancias es vital para evitar las secuelas neurológicas, la ceguera
e incluso la muerte.
“No
dejemos que un rato de diversión opaque nuestra visión en esta época de
celebraciones en casa. Siempre que vayamos a consumir licor, compremos en
lugares autorizados, fijémonos en el contenido y los sellos de seguridad y no
elaboremos bebidas artesanales. Recordemos que sustancias como el metanol
afectan el nervio óptico y pueden llevar a cualquier persona a la ceguera”,
asegura el director general de la entidad, Carlos Parra Dussan.
El
metanol contenido en este tipo de productos puede afectar directamente el
nervio óptico y causar ceguera, secuelas neurológicas, hepáticas e, incluso, la
muerte. Los síntomas de una intoxicación por este consumo son intenso dolor de
cabeza, visión borrosa, destellos alrededor de los objetos, dolor abdominal,
vómito, dificultad para respirar, corazón lento (bradicardia), convulsiones y
pupilas dilatadas. Es imperativo, ante la presencia de ellos, ir al médico.
Los
efectos del consumo de alcohol adulterado van desde provocar una embriaguez más
rápida, pueden causar náuseas, vómito, cefalea o dolor de cabeza, irritación
gástrica o incluso ceguera, estado de coma o hasta la muerte. En algunos casos
se presenta dolor abdominal y dificultad para respirar; aunque también se
pueden presentar daños en el cerebro, corazón, hígado y páncreas.
Para
vender alcohol adulterado se producen una mezcla de alcoholes, buscando que la
bebida resultante tenga un sabor muy parecido al de las originales que
conocemos, pero con una diferencia esencial: modifican los procesos de
destilado, las materias primas, la base de los productos que es el etanol
(alcohol etílico de 96°) e incluso, llegan a utilizar metanol u otros alcoholes
industriales para reducir los costos del producto.
Las
bebidas alcohólicas adulteradas no aseguran la calidad, ni la higiene en su
elaboración y al no existir un control en su proceso de producción genera
graves riesgos para la salud de los consumidores.
“Un mal trago me dejó
ciego”
José Audelino Castillo,
asegura que lo último que recuerda haber visto con color fueron los buses
viejos amarillos y verdes que rodaban por Bogotá hace ya varias décadas y el
caminar de personas que observó a través de la ventana del taxi en el que iba
con urgencia y angustia hacia el médico, “tres meses después el dictamen médico
que me dieron fue atrofia de nervio óptico por el consumo de alcohol etílico.
En palabras menos técnicas, estaba ciego por tomar licor adulterado”.
El
27 de agosto de 1973, un lunes, la vida le dio un giro inesperado, “recuerdo
muy bien aquel día porque el transcurrir de los años me ha permitido recrear
muchas veces en mi mente lo que viví ese día como si hubiese pasado ayer en el
que un mal trago me dejó ciego”.
El proceso de quedar
ciego es un proceso complejo, que se debe enfrentar con entereza, apoyo
familiar y la ayuda de expertos. En el Instituto el Instituto Nacional para Ciegos, Audelino conoció
más historias y compartió con otras personas con discapacidad visual incluida
la que hoy en día es su esposa, “una mujer especial con quien tuve dos hijos”.
Desde
el Instituto Nacional para Ciegos – INCI hacen un llamado para que la venta y
consumo de licor se haga de manera responsable. El director del INCI, Carlos
Parra Dussan, los invita a celebrar estas fiestas tomando algunas precauciones
y enfatiza, “esto más que una invitación, es un llamado de prevención a la
ciudadanía para que tomen conciencia. No permitamos que la luz que se enciende
por unos segundos, llegue a apagar nuestros ojos durante toda la vida. Los
invito a reflexionar en estas festividades, pues el uso tanto de la pólvora
como del licor adulterado, e incluso el uso excesivo de los dispositivos
móviles que reflejan la luz azul es un acto irresponsable que compromete el
bienestar de todos y que puede causar ceguera, aprovechen esta época de
regocijo para disfrutar con los suyos sin ningún contratiempo”.
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