HÍGADO GRASO, UNA PANDEMIA SILENCIOSA EN AMÉRICA LATINA
·
La Esteatosis
Hepática No Alcohólica (EHNA-NASH) es una enfermedad en la que el exceso de
grasa se almacena en el hígado y ha llegado a afectar a más de mil millones de
personas en todo el mundo.
·
Las pruebas no
invasivas son una herramienta importante que ayuden a diagnosticar el hígado
graso a tiempo, proporcionando todos los detalles necesarios para su respectivo
tratamiento.
· La prevención, acompañada de un diagnóstico precoz y preciso gracias a la tecnología de punta, marcará una diferencia significativa entre la salud de los pacientes.
Una
gran causante de las altas tasas de hígado graso, que hoy afecta hasta el 25%
de la población adulta en el mundo[1], es la
obesidad. Además, esta
enfermedad puede inflamar y dañar el hígado hasta el punto de convertirse en una
enfermedad hepática crónica, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado.
Estas repercusiones la han convertido en una pandemia silenciosa en
Latinoamérica debido a la particularidad de que no presenten ningún síntoma.
¿Cómo prevenirlo?
1.
Realizar
chequeos médicos de manera regular.
2.
Mantener
un Índice de Masa Corporal (IMC) dentro del rango saludable.
3.
Consumir
una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas.
4.
Limitar
el consumo de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos.
5.
Realizar
ejercicio para mantener un estilo de vida activo.
El hígado merece atención y la prevención es la mejor medicina. Adoptar
hábitos saludables, acompañados de una dieta balanceada y ejercicio regular,
ayudará, sin duda, a tener un hígado más sano. Lo anterior, sin dejar de lado
la importancia de mantener un chequeo médico constante. Adicionalmente, los
pacientes requieren de herramientas médicas capaces de entregar la información
necesaria. De allí que el diagnóstico temprano y preciso, acompañado de
tecnologías innovadoras, marcará una diferencia significativa en cualquier ruta
médica que deba seguirse.
Es importante no dejar de lado las innovaciones que se han realizado en
el sector salud. Tener acceso a desarrollos tecnológicos permite acceder a
mejores opciones y rutas de tratamiento. Las pruebas no invasivas y exámenes de laboratorio son una herramienta importante que ayudan a
diagnosticar el hígado graso a tiempo, proporcionando todos los detalles necesarios
para lograr una mejor toma de decisiones médicas. “Actualmente, existen sistemas
de ultrasonido que permiten definir sí un paciente sufre de hígado
graso de manera temprana, lo que ayuda a realizar un seguimiento progresivo de
la enfermedad de forma fácil y rápida. En solo segundos y de forma muy
sencilla, el ecografista puede conocer el porcentaje de infiltración grasa en
el tejido hepático, aportando información concreta que permitirá al médico
tratante definir el manejo más adecuado para cada paciente” destaca Paulo Pontes, director general de ultrasonido para
Latinoamérica de Siemens Healthineers.
"El avance técnico y científico en la medicina ha permitido que hoy en día, existan pruebas de sangre poco invasivas, con una mayor precisión y que ofrecen resultados a los 20 minutos de su toma. Tal es el caso de la Prueba ELF, un análisis de sangre no invasivo que mide tres biomarcadores séricos, a partir de esta medición se puede establecer el riesgo de progresión de la fibrosis hepática" comentó Helida Silva, directora de Asuntos Médicos para Siemens Healthineers, Latinoamérica
[1]Munteanu MA, Nagy GA, Mircea PA. Current Management of NAFLD. Recuperado de: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27004021/
No hay comentarios:
Publicar un comentario