lunes, 31 de julio de 2023

  ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE UNA EMOCIÓN POSITIVA: LA ALEGRÍA

·      El 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría.

·      Diferencias entre una persona feliz y una con trastorno maníaco.

·      Beneficios de la alegría como una emoción para cultivar psicológicamente: Bienestar mental y físico; fomenta relaciones sociales sólidas y refuerza la resiliencia emocional.

El 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría, una fecha dedicada a resaltar la importancia de una de las emociones más poderosas y positivas que influyen en nuestro bienestar emocional y mental. En este contexto, expertos en psicología han analizado los aspectos psicológicos de la alegría como una emoción esencial para el bienestar humano.

La alegría, un sentimiento que se experimenta cuando nos sentimos felices, satisfechos o plenos, juega un papel crucial en nuestras vidas al promover estados de ánimo positivos, mejorar nuestra resiliencia emocional y fortalecer nuestras conexiones sociales.

Según la psicóloga clínica Angie Pérez Vargas, "la alegría es una emoción que no solo nos proporciona un sentido de bienestar y satisfacción, sino que también tiene efectos beneficiosos en nuestra salud mental y física. Numerosos estudios han demostrado que la experiencia regular de la alegría está asociada con una mayor satisfacción con la vida y una mayor capacidad para hacer frente a situaciones estresantes".

Algunos aspectos destacados en relación a la alegría como emoción positiva incluyen:

Beneficios para la salud mental y física. La alegría tiene un impacto positivo en nuestra salud mental al reducir el estrés, mejorar nuestro estado de ánimo y aumentar la sensación de bienestar general. Además, también se ha relacionado con beneficios físicos, como el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de la presión arterial.

Fomento de relaciones sociales sólidas. La alegría no solo nos beneficia individualmente, sino que también desempeña un papel clave en nuestras relaciones sociales. Al experimentar y compartir alegría con otros, se fortalecen los lazos emocionales y sociales, creando un sentido de comunidad y apoyo mutuo.

Impulso a la resiliencia emocional. Cuando experimentamos alegría, nuestra resiliencia emocional se ve fortalecida. Esta emoción positiva actúa como un amortiguador contra el estrés y las dificultades de la vida, ayudándonos a enfrentar los desafíos con mayor positividad y confianza.

Diferencia entre una persona muy feliz y una con trastorno maníaco

Diferenciar a alguien que es feliz de una persona que está experimentando un episodio maníaco puede ser un desafío, ya que algunos síntomas pueden superponerse. “Es importante tener en cuenta que sentirse feliz es una emoción normal y saludable, mientras que la manía es un síntoma de trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar”, señala Pérez Vargas.

Algunas de las pautas para distinguirlo de forma clínica serían:

Duración e intensidad: La felicidad es una emoción pasajera que generalmente se experimenta en respuesta a eventos positivos y agradables. Por otro lado, la manía es una alteración del estado de ánimo que dura al menos una semana y se caracteriza por un sentimiento extremo y sostenido de euforia, excitación o irritabilidad.

Cambios en el comportamiento: Las personas felices pueden estar más activas y enérgicas, pero su comportamiento generalmente sigue siendo coherente con su personalidad y patrones normales. En cambio, durante un episodio maníaco, la persona puede mostrar una actividad excesiva, hablar rápidamente, tener pensamientos acelerados y realizar acciones impulsivas y riesgosas que están fuera de su comportamiento habitual.

Patrones de sueño: Una persona feliz puede dormir bien y tener un ciclo de sueño normal. En contraste, la manía a menudo se asocia con una disminución de la necesidad de sueño. La persona puede sentirse energizada y descansada con menos horas de sueño de lo habitual.

Además, durante un episodio maníaco, es común que la persona se sienta grandiosa y tenga una excesiva autoestima y son evidentes las fluctuaciones en los cambios de humor lo que repercute en su vida diaria.

En el Día Mundial de la Alegría, es importante reconocer y valorar la importancia de esta poderosa emoción en nuestra vida cotidiana. La psicóloga clínica Angie Pérez Vargas subraya que cultivar la alegría a través de actividades gratificantes, relaciones sociales significativas y la práctica de la gratitud puede contribuir en gran medida a nuestro bienestar emocional y a una vida más satisfactoria.

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