CONOZCA LAS CONSECUENCIAS DE QUE SE FORMEN COÁGULOS DE SANGRE EN SU CUERPO
·
El síndrome
antifosfolípido (SAF) es una enfermedad inflamatoria autoinmune que puede
causar distintas condiciones clínicas, principalmente, tromboembolismo -coágulos
de sangre- venoso y arterial o ambos.
· La causa del SAF se presenta cuando el sistema inmunitario produce, por error, anticuerpos que aumentan las probabilidades de que se formen coágulos en la sangre.
La causa del SAF se presenta cuando el sistema inmunitario produce, por
error, anticuerpos que aumentan las probabilidades de que se formen coágulos en
la sangre. Estos anticuerpos, por lo general, protegen al cuerpo frente a
invasores como los virus y bacterias. Así mismo, puede ser causado por una
enfermedad latente, como un trastorno autoinmunitario.
Para este síndrome, en particular, no existe una cura, pero los medicamentos
pueden reducir el riesgo de que se formen más coágulos en la sangre. En
detalle, los signos y síntomas del SAF, de acuerdo con el artículo del Mayo
Clinic[1]
se manifiestan en:
·
Sarpullido: Este aparece como una erupción roja, similar a una
red.
·
Coágulos
de sangre en las piernas:
Estos coágulos son conocidos como “Trombosis venosa profunda”, sus signos
incluyen dolor, hinchazón y enrojecimiento, o dolor de pierna o brazo.
·
Accidente
cerebrovascular:
Ocurren en una persona joven con SAF, pero sin factores de riesgo conocidos
para las enfermedades cardiovasculares. Este inicia con un coágulo en el
cerebro causando debilidad, parálisis de cara, brazo o pierna. Además de
dificultad para hablar, alteraciones visuales y dolor intenso de cabeza.
·
Accidentes
isquémico transitorio: Se
manifiesta con síntomas similares al accidente cerebrovascular. Por lo general,
dura unos minutos y no causa un daño permanente.
·
Abortos
espontáneos: Que
entre otras complicaciones puede aparecer presión arterial (preeclampsia) y
parto prematuro.
·
Embolia
pulmonar: Si se diagnóstica
un coágulo en el pulmón, se puede sentir como falta repentina de aliento, dolor
de pecho y tos con moco manchado de sangre.
Lo recomendable es asistir a consulta médica inmediata si se perciben
alguno de estos síntomas. Por otro lado, es importante destacar que también
existen signos que no son tan comunes como dolores de cabeza crónicos
(incluyendo migrañas), demencia y convulsiones, daños en las válvulas
cardíacas, entre otras complicaciones.
El anticoagulante lúpico (AL) es un marcador que puede ser utilizado
para el diagnóstico del SAF, sin embargo, no necesariamente indica que el
paciente tenga el síndrome, para obtener un resultado completo se requiere de
pruebas adicionales. Por esto, la Sociedad Internacional de Trombosis y
Hemostasia (ISTH) determinó que para la investigación de AL se realicen dos
pruebas basadas en principios diferentes y en tres etapas: (i) screening,
la cual consiste en un tamizaje; (ii) mixing, también llamada como
‘prueba de mezcla’; y el (iii) y último es el paso de confirmación.
“Este es un síndrome que no debe subestimarse, lo mejor es no pasar de alto estos síntomas y factores de riesgo. Nuestro rol como empresas del sector salud es hacer énfasis en la importancia de buscar atención médica inmediata para un diagnóstico y tratamiento adecuado ante la primera presencia de síntoma, destacando el tiempo como un factor determinante para la evolución de la enfermedad y contrarrestar la producción de más coágulos que compliquen el bienestar y salud del paciente” menciona Hélida Silva, Directora de Asuntos Médicos para Siemens Healthineers, Latinoamérica
[1] Mayo Clinic. 2022. Síndrome antifosfolipídico. Recuperado en:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/antiphospholipid-syndrome/symptoms-causes/syc-20355831
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