ALERTA MAMÁ Y PAPÁ: CUIDADOS ANTE EL DOLOR DE OÍDO EN LOS MÁS PEQUEÑOS
El dolor de oído puede tener múltiples causas, puede ser una infección del oído medio, un líquido en el oído, otitis del nadador, cera atascada, un problema dental y hasta ser producido por un dolor de garganta. Es por ello que se debe estar atentos a las señales de advertencia que los niños puedan manifestar.
Los síntomas de advertencia de que el dolor de oído en un niño puede requerir atención médica inmediata son: la fiebre alta, un drenaje de pus o sangre por los oídos, además de dolor persistente a pesar de medicamentos analgésicos, y pérdida auditiva en uno o ambos oídos.
En cuanto a los cuidados que se deben tener en el hogar, no se recomienda el uso de remedios caseros sin la aprobación de un profesional de la salud, la aplicación de calor local es la única medida segura, se puede colocar una bolsa de calor o una botella de agua tibia envuelta en una toalla sobre el oído afectado, siempre evitando el contacto directo con calor o líquidos calientes para prevenir quemaduras.
La otorrinolaringóloga también advierte que “se debe de tener cuidado con realizar remedios como velas derretidas, ajo, leche materna o vinagre y tampoco la limpieza de los oídos en casa ya que estos lo único que pueden hacer es agravar el dolor y causar lesiones irreversibles en el oído de los pequeños”.
El dolor de oído genera irritabilidad y generalmente sueño poco reparador, es decir, el niño no puede descansar lo suficientemente y se despierta de manera intermitente por los picos de dolor, mantener a los niños hidratados es fundamental y “es importante manejar óptimamente el dolor con analgésicos y antiinflamatorios en la dosis equivalente para el peso y talla del menor adicional al tratamiento de la causa específica del dolor”, concluye la doctora Corredor.
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