martes, 4 de febrero de 2025

 LA ESCASEZ DE NEUROCIRUJANOS DEJA SIN ATENCIÓN A MÁS DE 5 MILLONES DE PACIENTES CADA AÑO EN EL MUNDO

     El segundo informe elaborado por la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social de Universidad Internacional de Valencia (VIU), perteneciente a Planeta Formación y Universidades y la Fundación NED identifica más de 15 iniciativas exitosas para formar neurocirujanos en sus países de origen y evitar la fuga de talento.

     El informe, con foco en África, expone una situación muy cercana a América Latina en cuanto a la brecha en la formación especializada que hacen posible hechos como que África soporte más del 15% de la carga mundial de enfermedades neuroquirúrgicas, pero tenga la menor densidad de personal neuroquirúrgico del mundo.

     Para los Doctores Jose Piquer Martínez, María J. García-Rubio, Rubén Rodríguez Mena y Jose Piquer Belloch, autores del informe, destacan la dramática desigualdad global en el acceso a atención neuroquirúrgica: los países de renta alta tienen 24 veces más neurocirujanos por habitante que los países pobres.

 Cada año, unos 22,6 millones de pacientes sufren trastornos o lesiones neurológicas, de los cuales casi 14 millones requieren cirugía. Las lesiones cerebrales traumáticas, los accidentes cerebrovasculares, los tumores, y la hidrocefalia constituyen la mayor parte de la atención neuroquirúrgica esencial en todo el mundo.

Sin embargo, no existen neurocirujanos capacitados para ofrecer una atención de calidad, o una asistencia mínima. El informe «Educación, Neurocirugía e Impacto Social»,  publicado recientemente por la Cátedra VIU-NED de Neurociencia Global y Cambio Social, perteneciente a Planeta Formación y Universidades y la Fundación NED,  reveló la situación en el continente africano, que sirve como ejemplo para muchas de las regiones de América Latina, que también enfrentan grandes desafíos en este tema.

Países como Colombia, Ecuador y Perú, por ejemplo, aunque están levemente por encima de la media (0,44 neurocirujanos por cada 100.000 personas), todavía están lejos de tener una cifra ideal en materia de neurocirujanos para poder enfrentar la cantidad de casos de trastornos. Solo Chile parece estar avanzado, junto con Brasil y Argentina.

En el informe se proponen soluciones innovadoras para mejorar la desigualdad en la formación y atención neuroquirúrgica. Es el resultado de un trabajo que se está haciendo desde la Cátedra de Neurociencia Global y Cambio Social puesta en marcha por la Universidad Internacional de Valencia y la Fundación NED.

La desigualdad en el acceso a la atención neuroquirúrgica

La desigualdad en el acceso a la atención neuroquirúrgica es una realidad que afecta a millones de personas en el mundo. Mientras los países de renta alta cuentan con una media de 36.1 neurocirujanos por millón de habitantes, los sistemas sanitarios de bajos recursos apenas alcanzan 1.5.

Una ratio que expone una realidad sanitaria de emergencia mundial: sin neurocirujanos, no hay un acceso equitativo a la neurocirugía. Por ello, hace más de 20 años, el reconocido neurocirujano Jose Piquer Belloch, jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital de la Ribera, fundó la Fundación NED, de la que hoy es presidente, e inició sus viajes a África del Este para formar a nuevos neurocirujanos en lo que hoy se conoce como Instituto NED.

La situación de África en atención neuroquirúrgica

La situación es especialmente crítica en África, que soporta más del 15% de la carga mundial de enfermedades neuroquirúrgicas pero tiene la menor densidad de especialistas del mundo: solo 0.3 por millón de habitantes. «Esta enorme carencia es consecuencia de un legado histórico de desigualdad y múltiples factores, entre los que destaca una infraestructura inadecuada y programas de formación insuficientes», explica el Dr. Jose Piquer Martínez, director de la Fundación NED.

"Si bien el contexto socioeconómico moldea la práctica diaria de la neurocirugía en cada país, las competencias fundamentales que debe poseer un especialista son inherentemente universales. Necesitamos una clasificación que nos permita pensar mejor sobre qué habilidades son más necesarias en cada ámbito y qué intervenciones son prioritarias en contextos donde las oportunidades formativas son insuficientes", señala el Dr. Rubén Rodríguez Mena, codirector de la Cátedra VIU-NED.

La Dra. María J. García-Rubio, también codirectora de la Cátedra, enfatiza que "se requieren estrategias educativas flexibles que se ajusten a las diferentes etapas del desarrollo profesional y a los contextos socioeconómicos. El diseño de estas iniciativas debería incorporar una perspectiva social facilitando el acceso a los colectivos con menos oportunidades".

La tecnología como aliada de la educación quirúrgica

El documento presenta más de 15 iniciativas formativas que ya han demostrado su eficacia, incluyendo programas de mentoría, laboratorios de simulación quirúrgica y colaboraciones internacionales. El objetivo es crear una red sostenible de formación que permita a los neurocirujanos capacitarse en sus países de origen, evitando la "fuga de cerebros" que tradicionalmente ha agravado el problema.

Entre las iniciativas más destacadas están la creación de centros de educación especializada, programas de simulación quirúrgica, cirugías supervisadas, workshops prácticos y sistemas de mentoría. El informe subraya también la importancia de las tecnologías digitales y la formación online para democratizar el acceso al conocimiento neuroquirúrgico.

Las cifras son contundentes: se necesitan más de 23,000 nuevos neurocirujanos para atender los más de 5 millones de casos que quedan sin cubrir cada año. Detrás de cada cifra hay historias humanas: pacientes con traumatismos cerebrales, accidentes cerebrovasculares, tumores e hidrocefalia que no pueden acceder a una atención que podría salvar sus vidas. La formación de neurocirujanos no es solo una cuestión de desarrollo profesional, es una necesidad urgente para garantizar el derecho fundamental a la salud.

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