GUÍA ESENCIAL PARA EVITAR LAS PICADURAS DE INSECTOS
“Una picadura puede transformarse en un problema serio si la persona presenta alergias o enfermedades previas como asma o conjuntivitis alérgica”, explica la doctora María Victoria Moreno, especialista en alergología adscrita a Colsanitas. La experta advierte que las picaduras en la cara, la cabeza o la lengua deben vigilarse con mayor atención, independientemente de si existe o no una alergia conocida. En niños, las reacciones suelen ser más intensas debido a que su sistema inmune aún está en desarrollo, lo que puede generar ronchas más grandes y duraderas.
Los
insectos con mayor probabilidad de provocar alergias severas son los
himenópteros, como abejas, abejorros, avispas y hormigas. Por el contrario,
mosquitos, arañas, pulgas o chinches suelen causar síntomas leves, aunque
algunos pueden transmitir enfermedades virales como chikunguña o dengue, cuyos
signos, pueden ser fiebre alta, dolor articular, náuseas o erupciones,
requieren atención inmediata. “Si aparece hinchazón anormal, fiebre o un
aumento del dolor, es indispensable consultar a un centro médico”, señala
Moreno.
La
prevención es la herramienta más efectiva y puede reducir significativamente el
riesgo de picaduras mediante acciones cotidianas como:
●
Evitar perfumes y ropa de colores
brillantes que suelen atraer insectos.
●
Cubrir brazos y piernas cuando se
permanece al aire libre.
●
Mantener las basuras tapadas para
disminuir la presencia de insectos.
●
Usar repelentes con DEET o icaridina,
seguros para adultos, niños y mujeres embarazadas.
●
Eliminar depósitos de agua donde puedan
reproducirse los mosquitos.
●
Utilizar velas aromáticas o infusiones
de clavo para repeler insectos en el hogar.
● Consumir
tiamina (vitamina B1) antes de viajar a zonas con alta presencia de insectos,
ya que puede generar un efecto repelente por el olor liberado a través del
sudor.
Ante
una picadura leve, se recomienda lavar la zona con agua y jabón, evitar
rascarse y aplicar compresas frías para disminuir la inflamación. En el caso de
las abejas, retirar el aguijón con las manos limpias y sin presionar la piel
evita la liberación adicional de veneno. Las reacciones alérgicas pueden ir
desde una inflamación localizada que dura varias horas hasta una anafilaxia,
una emergencia médica que debe ser atendida de inmediato por su riesgo de
compromiso cardiovascular.
Cada
insecto deja una huella distinta: las abejas dejan su aguijón incrustado;
abejorros y avispas pueden picar varias veces; las hormigas producen un dolor
más intenso; los mosquitos generan ronchas rojas que tienden a inflamarse; las
arañas dejan marcas diminutas; y pulgas o chinches suelen provocar múltiples
ronchas agrupadas. Con información clara, medidas de prevención y atención
oportuna, es posible reducir los riesgos y disfrutar de la temporada con mayor
tranquilidad.

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