HACER EJERCICIO AYUDA A ALIVIAR EL DOLOR Y LA RIGIDEZ DE LA ARTRITIS

No es necesario que corras un maratón o que nades tan rápido como un competidor olímpico, para reducir los síntomas de la artritis incluso el ejercicio moderado puede ayudarte a reducir el dolor y a mantener un peso saludable. Cuando la artritis amenaza con inmovilizarte, el ejercicio te mantiene en movimiento. ¿No estás convencido? Continúa leyendo.
Por qué el ejercicio es esencial
El ejercicio puede ayudarte a mejorar
tu salud y tu forma física sin que te duelan las articulaciones. El ejercicio
tiene varios beneficios como:
· Fortalecer los
músculos alrededor de tus articulaciones
· Ayudarte a mantener
los huesos fuertes
· Darte más energía que
te dure todo el día
· Hacer que sea más
fácil dormir bien por la noche
· Ayudarte a
controlar el peso
· Mejorar tu calidad
de vida
· Mejorar tu
equilibrio
Aunque pienses que el ejercicio va a
agravar el dolor y la rigidez de tus articulaciones, no es así. En realidad, la
falta de ejercicio puede hacer que tus articulaciones estén más rígidas y te
duelan más.
Eso pasa porque fortalecer los
músculos y los tejidos que las rodean es esencial para mantener apoyo para tus
huesos. No hacer ejercicio debilita los músculos de apoyo, lo que crea más
estrés en tus articulaciones.
Primero consulta con tu médico
Habla con tu médico acerca de
incorporar el ejercicio a tu plan de tratamiento. Los tipos de ejercicios más
adecuados para ti dependerán de tu tipo de artritis y de las articulaciones
afectadas. El médico o un fisioterapeuta pueden ayudarte a encontrar el plan de
ejercicio que te brinde más beneficios con el menor impacto el dolor articular.
Ejercicios para la artritis
Existen varios tipos de ejercicios,
que pueden incluir ejercicios de amplitud de movimiento, ejercicios de
fortalecimiento, ejercicios aeróbicos, entre otras actividades.
· Ejercicios de amplitud de movimiento
Estos ejercicios
alivian la rigidez y aumentan la capacidad de mover las articulaciones en toda
su amplitud de movimiento. Estos ejercicios pueden incluir movimientos como
levantar los brazos sobre la cabeza o girar los hombros hacia adelante y hacia
atrás. En la mayoría de los casos, estos ejercicios se pueden hacer
diariamente.
· Ejercicios de fortalecimiento
Estos ejercicios te
ayudan a fortalecer los músculos para ayudar a sostener y proteger las
articulaciones. El entrenamiento con pesas es un ejemplo de un ejercicio de
fortalecimiento que puede ayudar a conservar y a aumentar la fuerza muscular.
Recuerda que hay que evitar ejercitar los mismos grupos musculares dos días
seguidos. Descansa un día entre los entrenamientos y tómate uno o dos días más
si te duelen las articulaciones o si estas están inflamadas.
· Ejercicio aeróbico
Los ejercicios
aeróbicos o de resistencia mejoran el estado físico general. Pueden mejorar la
salud cardiovascular, ayudarte a controlar el peso y darte más resistencia y
energía.
Entre los ejemplos
de ejercicios aeróbicos de bajo impacto para las articulaciones, se pueden
mencionar caminar, andar en bicicleta, nadar y usar una máquina elíptica. Trata
de llegar a hacer hasta 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad
moderada por semana. Puedes dividir ese tiempo en bloques de 10 minutos
para no resentir tus articulaciones.
El ejercicio
aeróbico de intensidad moderada es el más seguro y eficaz si se realiza la
mayoría de los días de la semana, pero incluso un par de días serán
suficientes.
· Otras actividades
Cualquier
movimiento, por pequeño que sea, puede ayudar. Las actividades diarias, como
cortar el césped, rastrillar las hojas y pasear al perro, cuentan.
Los ejercicios de
conciencia corporal, como las formas suaves de yoga o taichi, pueden ayudarte a
mejorar el equilibrio, prevenir caídas, mejorar la postura, la coordinación y
promover la relajación. Asegúrate de decirle a tu instructor acerca de tu
condición y evita posiciones o movimientos que puedan causarte dolor.
Tips para proteger las
articulaciones
Comienza poco a poco a calentar las
articulaciones antes de hacer ejercicio si no has estado activo durante un
tiempo. Si te exiges demasiado, puedes sobrecargar los músculos y empeorar el
dolor articular, por eso ten en cuenta estos consejos para comenzar:
1.
Mantén el impacto bajo. Los
ejercicios de bajo impacto como las bicicletas fijas o reclinadas, las máquinas
elípticas o el ejercicio en el agua ayudan a mantener bajo el esfuerzo de las
articulaciones mientras te mueves.
2.
Aplica calor. El calor puede relajar las
articulaciones y los músculos, y aliviar cualquier dolor que tengas antes de
comenzar. Los tratamientos con calor —toallas tibias, compresas calientes o una
ducha— deben ser tibios o cálidos, no tan calientes que provoquen dolor, y
deben aplicarse durante unos 20 minutos.
3.
Muévete con cuidado. Primero,
mueve las articulaciones suavemente para entrar en calor. Puedes comenzar con
ejercicios de amplitud de movimiento durante 5 a 10 minutos antes de pasar
a ejercicios de fortalecimiento o aeróbicos.
4.
Ve despacio. Haz ejercicio con movimientos
lentos y fáciles. Si sientes dolor, descansa. El dolor agudo y el dolor más
fuerte que el dolor articular habitual podrían indicar que algo no está bien.
Reduce la intensidad si observas hinchazón o enrojecimiento en las
articulaciones.
5.
Aplica hielo posteriormente. Aplica hielo
en las articulaciones durante hasta 20 minutos si es necesario después de
la actividad, especialmente si la actividad causó hinchazón de las
articulaciones.
Confía en tus instintos y no exijas
tus articulaciones más de lo que crees que pueden resistir. Tómalo con calma y
aumenta lentamente la duración y la intensidad del ejercicio a medida que
avanzas.
Información sobre Mayo Clinic:
Mayo Clinic es una organización sin fines de lucro, dedicada a la
investigación y educación médicas, que ofrece atención experta e integral a
todos los que necesitan recobrar la salud. Si desea más información,
visite http://www.mayoclinic.org/espanol/ y http://newsnetwork.mayoclinic.org/.
Encuentre el minuto de Mayo Clinic aquí: https://mayocl.in/2SMpobK
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