POR GEN DE HERENCIA MAYA Y ESPAÑOLA, LA
MUJER LATINA ES MÁS PROPENSA A DESARROLLAR CÁNCER DE MAMA Y DE OVARIO
Hoy en día, el campo de la investigación en oncología ha ayudado a
tratar a diversas poblaciones según su perfil genético. Y es que la prevalencia
de estos tipos de cáncer en América Latina es cosa seria.
La investigación médica no cesa nunca, gracias a lo cual siempre llegan
nuevos hallazgos sobre cáncer de mama y cáncer de ovario, lo cual abre una
puerta grande hacia el camino de la prevención.
En la Facultad de Medicina de Harvard, que cuenta con el Hospital
General de Massachusetts (HGM) como el primer y más grande hospital de
enseñanza, se realizó un estudio que descubrió algo sorprendente: la mujer
latina tiene 25% más riesgo de sufrir una mutación genética, lo cual incrementa
el riesgo de desarrollar cáncer de mama y cáncer de ovario.
Dicho estudio se realizó con mujeres con cáncer de ovario, donde el 100%
fueron sometidas a una prueba de mutaciones genéticas, cuyos resultados
revelaron que la tasa de las mujeres latinas era mucho más alta de lo que se
esperaba.
“Todo se debe a variaciones genéticas a causa de una mutación fundadora,
de herencia maya y española, que incrementa el riesgo al doble, lo cual no
existe en otros grupos poblacionales. Esto, claro, por razones históricas se
extiende a lo largo de América Latina”, expresó la doctora Marcela del
Carmen, profesora de la Escuela de Medicina de Harvard y especialista en
oncología y ginecología del HGM, que ofrece atención diagnóstica y
terapéutica sofisticada en prácticamente cualquier especialidad y
subespecialidad de la medicina y la cirugía.
Cuando se trata de cáncer de mama, si una mujer presenta la
mutación BCRA, entonces su riesgo de desarrollar esta neoplasia es del 80%. El BCRA es un gen que inhibe los tumores malignos, es
decir el cáncer, en los seres humanos. “Cuando estos genes mutan, no inhiben
los tumores como deberían. Por tanto, las mujeres con esta mutación genética
tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama o de ovario”, expresó la
doctora Del Carmen.
No obstante, cuando el riesgo es detectado a tiempo, éste puede tener
diversas medidas de prevención, como la mastectomía profiláctica (extirpación
de mama), reconstrucción mamaria y pruebas de tamizaje, como la mastografía y
resonancia magnética, entre otros. Además, por supuesto, del uso de cierto tipo
de medicamentos oncológicos. Para el tema de cáncer de ovario, todavía no se
cuenta con pruebas de tamizaje que permitan la detección temprana.
Algo de suma relevancia es que alrededor del 40% de todos los casos de
cáncer podrían prevenirse si se evitarán factores de riesgo clave como el
tabaco, el consumo abusivo de alcohol, la dieta poco saludable y la inactividad
física. Aunado a ello, los programas de vacunación y tamizaje son
intervenciones efectivas para prevenir determinados tipos de cáncer
susceptibles de prevención primaria y secundaria. Alrededor del 30% de los
casos de cáncer pueden curarse si se detectan temprano y se tratan de forma
adecuada. Todos los pacientes de cáncer pueden beneficiarse del tratamiento
paliativo.
Según la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer es la segunda causa de muerte en
las Américas. En 2018, causó 1,3 millones de muertes, y 3.7 millones de nuevos
casos. Se estima que el número de casos de cáncer aumentará 32%, con lo cual
superará los 5 millones de nuevos casos en 2030, debido al envejecimiento de la
población y la transición epidemiológica en América Latina y el Caribe.
Tomar el camino de la prevención y
reducción de riesgos
“El riesgo de la mutación, por lo general, es del 48%. En la población
americana blanca, el índice de cáncer de ovario es de uno en 65, aproximadamente
1.5%, y si se tiene la mutación es del 47%”, añadió la doctora Del Carmen.
Al igual que la otra neoplasia, también existen medidas de prevención,
como la utilización de pastillas anticonceptivas durante cinco años, puesto que
reducen el peligro hasta en un 50%, así como la extirpación de los ovarios y
las trompas de Falopio, entre otras.
“Las
latinoamericanas tienen 25% más riesgo de sufrir una mutación que eleva el
peligro de desarrollar cáncer de mama y de ovario, a diferencia de las mujeres
de raza blanca”, externó la doctora Del
Carmen.
La investigación referida es muy importante, porque estos hallazgos
marcan la pauta de cómo debemos abordar tanto el cáncer de mama como el de
ovario, además de que abren un camino más seguro para transitar, que es el de
la prevención y reducción de riesgos.
90% del cáncer cervicouterino es
prevenible
En cuanto al cáncer cervicouterino, a diferencia del cáncer de ovario,
sí existen herramientas para la prevención, como son la prueba del Virus del
Papiloma Humano (VPH) y la vacuna contra el VPH y el Papanicolaou. Con la
vacunación adecuada, 90% de este tipo de cáncer es prevenible.
Pero no todo queda ahí, porque hay una gran innovación en el tratamiento
de cáncer cérvico-uterino, por lo cual ahora es posible efectuar un estudio
genético del tumor de la paciente, y según la mutación, se pueden usar
diferentes fármacos, incluyendo la terapia inmuno-oncológica, los cuales, en
vez de tratar a la célula maligna, se enfocan en la reacción del sistema
inmunológico, todo con el fin de que la paciente esté mucho más preparada para
la batalla, nunca sencilla, contra del cáncer.
“Con los resultados obtenidos hasta ahora, que seguramente se
confirmarán en esos próximos estudios, esperamos que haya un cambio de póliza a
nivel nacional en Estados Unidos, donde se diga a todas las mujeres de
descendencia latina deben hacerse la prueba genética y no solo basada en
factores de riesgo personal”,
concluyó la especialista del HGM.
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