martes, 16 de abril de 2024

 PARKINSON: UNA ENFERMEDAD NEURODEGENERATIVA QUE HA DUPLICADO SUS CASOS EN LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS 

        A nivel mundial cerca de 8,5 millones de personas en el mundo padecen de esta enfermedad.

        La actividad física como parte del tratamiento puede evitar el avance de este trastorno.

El Parkinson ha duplicado su prevalencia en los últimos 25 años (1). Se estima que a nivel mundial cerca de 8,5 millones de personas en el mundo padecían de esta enfermedad en 2019, de los cuales 215 mil son colombianos  (1, 2). Por todo esto, el Hospital Infantil Universitario de San José destaca que no solo debe aumentar la conciencia pública sobre el Parkinson, sino también el apoyo para aquellos que viven con esta condición, para mejorar la calidad de vida de estas personas.

De acuerdo con el Doctor Juan Diego Vargas, neurólogo clínico del Hospital Infantil Universitario de San José, el Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva del sistema nervioso que afecta principalmente la capacidad de control del movimiento de las personas. Al ser un trastorno progresivo, los síntomas pueden aparecer lentamente y presentarse de diversas formas, como temblores, rigidez muscular, o dificultades con el equilibrio y la coordinación. 

Sin embargo, Vargas señala que la sintomatología puede variar significativamente de una persona a otra a pesar de que es una enfermedad más común en grupos poblacionales mayores a 60 años.

La vida de una persona con Parkinson puede ser una travesía llena de altibajos emocionales y físicos, pues factores como la progresión de la enfermedad pueden afectar profundamente la calidad de vida. En los casos más avanzados, esta enfermedad representa una batalla con el cuerpo para realizar tareas cotidianas. Actividades aparentemente sencillas, como levantarse de una silla o tomar una taza de café pueden convertirse en desafíos monumentales. Por esta razón, la fortaleza y la resiliencia de quienes enfrentan esta enfermedad son verdaderamente inspiradoras.

A su vez el Doctor Vargas resalta que el Parkinson necesita de un diagnóstico clínico y del acompañamiento constante del paciente durante los tratamientos. Sin embargo, aclara que esta es una enfermedad sin cura, por lo que enfatiza en la importancia de la prevención.  En este contexto, señala que el ejercicio puede contribuir a prevenir la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson por sus propiedades para mantener la función cognitiva del cerebro. Además, destaca que la actividad física es de gran ayuda para frenar el avance de este trastorno, y por tanto, debe integrarse en los tratamientos siempre con el respaldo de un profesional.

Finalmente, se destaca el papel de los familiares, amigos y cuidadores en la vida de las personas con una enfermedad neurodegenerativa. Estas condiciones representan un gran reto para las personas que la padecen, por lo que la comprensión, el apoyo emocional y la paciencia son herramientas indispensables en el cuidado de una persona con Parkinson y pueden marcar una gran diferencia en la vida de aquellos que enfrentan esta enfermedad.

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