DIEZ CONSEJOS CLAVE PARA TENER UN INTESTINO SANO Y FELIZ
Con más de 20 años de
experiencia en medicina, la reconocida “Doctora Popó” cómo la llaman en redes
sus seguidores, busca proporcionar consejos prácticos y actualizados para tener
una mejor salud digestiva a cualquier edad. A continuación, algunos de sus
principales tips o consejos:
1. La importancia de cuidar la
salud digestiva desde temprana edad: el cuidado de la salud no es un asunto exclusivo de personas
mayores. El
microbiota, que vive en el intestino, no solo se encarga de funciones
digestivas sino también de la salud de otras partes del cuerpo como el corazón,
el pulmón, la piel, las articulaciones y la mente. Por esto es ideal que desde jóvenes se tenga una alimentación que incluya
frutas, verduras, nueces, semillas, granos enteros y tubérculos para
desarrollar un microbiota saludable y evitar enfermedades a largo plazo.
2. Recomendaciones para la alimentación infantil: teniendo en cuenta lo
anterior, no hay que descuidar la salud digestiva en niños. La especialista
aconseja a los padres enfocarse en una dieta variada
y colorida, rica en vegetales y frutas. Es clave evitar alimentos ultra procesados y con exceso de azúcares
añadidos. Se debe asegurar una adecuada hidratación y adaptar las porciones
según la edad y tamaño del niño. Introducir gradualmente nuevos alimentos ayuda
a monitorear alergias o intolerancias, también involucrarnos en la preparación de comidas para aumentar su disposición
por opciones saludables.
3. Hábitos diarios para mantener un sistema digestivo saludable: la salud digestiva no depende
exclusivamente de una alimentación saludable y variada, también es necesario realizar ejercicio físico de manera regular, dormir bien y
realizar actividades relajantes.
4. Alimentos perjudiciales para la digestión: los alimentos ultra
procesados, que contienen azúcar, harina refinada, conservantes, colorantes y
grasas trans pueden causar inflamación, desequilibrios en la flora intestinal y
problemas digestivos como estreñimiento e hinchazón. La doctora recomienda
moderar el consumo de bebidas carbonatadas y lácteos enteros si hay síntomas de
intolerancia, que también pueden afectar negativamente la digestión.
5. Prevención de enfermedades digestivas comunes: enfermedades comunes como el
estreñimiento, el síndrome de intestino irritable, el reflujo y la gastritis
crónica se pueden prevenir con una dieta rica en fibra, adecuada hidratación,
ejercicio, buen descanso y chequeos preventivos, aconseja Juliana Suárez.
Además, es indispensable evitar el
consumo excesivo de alimentos grasos y picantes, que pueden irritar el tracto
digestivo.
6. Adaptación de la digestión con la edad: con el tiempo, el metabolismo
tiende a ralentizarse, y la producción de enzimas digestivas puede disminuir,
lo que puede afectar la eficiencia digestiva. Así que es recomendable prestar atención
a estos cambios a medida que se envejece, e incluir probióticos y prebióticos
en la dieta para mantener un equilibrio saludable de bacterias intestinales. Es
imprescindible ajustar la dieta
a las necesidades cambiantes del cuerpo, reducir el consumo de alimentos
difíciles de digerir y mantener un horario de comidas regular.
7. El impacto
del estrés en la digestión: el cerebro y
el intestino tienen una relación estrecha, así que, aprender a
manejar el estrés repercutirá en una mejor salud digestiva. Regularmente, en el
trajín de la vida diaria, muchas emociones pueden potencializar los síntomas de
estreñimiento, colon irritable, entre otras. Además, el exceso de trabajo o
estudio hacen que las personas descuiden sus horarios de alimentación o
incluyan alimentos ultraprocesados de manera excesiva.
8. Exámenes
periódicos: la gastroenteróloga
aconseja realizar revisiones periódicas, como una endoscopia digestiva alta a
los 30 años y una colonoscopia total a los 45 años de prevención en personas
asintomáticas. Pero si hay síntomas de alarma como sangrado, pérdida de peso,
anemia o dolor abdominal, se deben realizar estudios para determinar el origen
de los síntomas independiente de la edad.
9.
Comer sano es barato:
regularmente se asocia una alimentación balanceada con altos costos para la
vida, sin embargo, este mito queda desestimado si se comparan los precios de
las frutas, verduras o granos, con el de los alimentos ultra procesados. Con la
variedad de plantas que se producen en un país como Colombia y que están
disponibles en plazas de mercado o supermercados, hay muchas opciones para
escoger a lo largo de todo el año.
10. Horarios de alimentación: procurar
comer siempre en los mismos rangos de horarios y hacerlo de manera calmada,
masticando bien cada uno de los alimentos, también es clave para mejorar la
salud digestiva. Es esencial recordar que pequeños cambios en nuestros hábitos
diarios, pueden tener un impacto significativo en nuestra calidad de vida.
Para profundizar sobre
este tema y tener una guía esencial para iniciar una práctica saludable, en
Hotmart podrás encontrar el curso completo de la “Doctora Popó” aquí.
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