miércoles, 2 de julio de 2025

 BUCARAMANGA LE APUESTA AL CRECIMIENTO DE LA MEDICINA EN COLOMBIA

        Según el Ministerio de Salud en 2024 había aproximadamente 137. 700 médicos activos en Colombia, cifra que se proyecta creciente hacia 2025

        La UNAB cuenta con más de 3.000 mil estudiantes en la Facultad de Ciencias de la Salud.

Bucaramanga se consolidó como epicentro de la formación médica en Colombia, al reunir a más de 600 participantes entre estudiantes, médicos generales, especialistas, residentes e internistas en uno de los eventos académicos más importantes del año en medicina interna, el XXI Congreso de la Facultad de Ciencias de la Salud, organizado por la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB). En un contexto de dificultades en la educación Colombiana, la universidad apuesta y destaca la urgencia de ofrecer entornos de formación integrales, pertinentes y conectados con las necesidades del sistema de salud.

Bucaramanga se enfrenta a los principales desafíos en salud pública global desde una perspectiva local. La resistencia antimicrobiana, por ejemplo, es un problema creciente en los hospitales de alta complejidad de la ciudad, lo que ha motivado a instituciones como UNAB  y el Hospital Universitario de Santander a impulsar investigaciones clínicas y protocolos más estrictos de uso racional de antibióticos. Según la OMS y la OPS, en mayo de 2024, 379 hospitales en 21 departamentos participan en la red nacional de vigilancia de resistencia antimicrobiana.

La capital santandereana fue testigo de uno de los encuentros académicos más importantes del año en el campo de la medicina interna: El Congreso, organizado por la Universidad UNAB, tuvo como objetivo fortalecer la formación médica continua y facilitar el intercambio de conocimientos clínicos, científicos y humanos entre profesionales nacionales e internacionales. El evento se destacó por la participación de 25 ponentes, entre ellos nueve expertos de la prestigiosa Mayo Clinic de Estados Unidos y 16 reconocidos conferencistas colombianos, quienes abordaron temáticas críticas en salud pública durante ocho bloques.

Otro de los temas que se discutió en el Congreso fueron las enfermedades crónicas no transmisibles,  como la EPOC, la osteoporosis y la enfermedad renal crónica, siendo la población de adultos mayores en Bucaramanga, una de las más altas del país. Durante el evento se planteó la necesidad urgente de fortalecer la atención primaria y programas de prevención comunitaria. Esto se enlaza con los avances en oncología clínica y geriatría, donde centros como la Clínica Foscal lideran tratamientos de alta especialidad y están desarrollando modelos integrales para el adulto mayor.

Los médicos también debatieron como las  enfermedades cardiovasculares, como la fibrilación auricular y la aterosclerosis, representan una de las principales causas de mortalidad en el área metropolitana santandereana. Por último, destacaron como los retos actuales en infectología e infecciones emergentes, como el dengue o la reaparición de enfermedades respiratorias, son abordados mediante una red de vigilancia epidemiológica fortalecida desde Bucaramanga, con la participación de investigadores y entes territoriales comprometidos con la prevención y la respuesta rápida a brotes.

Estos enfoques no solo representan retos médicos, sino también desafíos sociales que exigen respuestas integradas desde la academia, la clínica y las políticas públicas. “El abordaje de estos temas no solo actualiza el conocimiento clínico de los profesionales, sino que también impulsa el diseño de soluciones sostenibles, centradas en el paciente y basadas en la evidencia”, afirmó Juan José Rey Serrano, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNAB.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud en 2024 había aproximadamente 137,700 médicos activos en Colombia, cifra que se proyecta creciente hacia 2025“. Colombia tiene el talento, la preparación y la visión para posicionarse como un referente regional en educación médica. La articulación entre universidades, el sector salud y los actores públicos y privados es fundamental para enfrentar los retos actuales en salud con propuestas innovadoras y sostenibles”, afirmó Serrano.

El Congreso dejó en evidencia que la educación superior, cuando se sustenta en la excelencia académica y el compromiso social, se convierte en un pilar esencial para el desarrollo ético, científico y humano del país. La formación médica de calidad no solo impacta la salud pública, sino que fortalece la capacidad del sistema para enfrentar desafíos complejos con soluciones basadas en conocimiento y equidad. Bucaramanga y la UNAB resaltan la necesidad de una colaboración efectiva entre universidades, sector público y privado, para consolidar una educación médica integral que transforme la atención en salud desde un enfoque centrado en el bienestar colectivo.

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