¿Y SI LA MEJOR VACUNA NO ESTUVIERA EN UNA JERINGA, SINO EN LA LACTANCIA MATERNA?
La lactancia materna no es solo la forma más completa de alimentación en los primeros meses de vida, también es un vehículo para fortalecer el vínculo entre madre e hijo, contribuir al desarrollo cognitivo y emocional del bebé, y mejorar la salud física y emocional de la madre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna debe ser el alimento exclusivo durante los primeros seis meses de vida, y puede mantenerse como complemento hasta los dos años o más.
“La
lactancia materna fortalece el sistema inmunológico del bebé desde el primer
momento. El calostro, esa primera leche que produce la madre, es como una
vacuna natural que lo protege de enfermedades gastrointestinales e infecciones
respiratorias”, afirma Jeniffer Rodríguez Maldonado, Jefe de Núcleo de Centros
Médicos Colsanitas, enfermera profesional y magíster en salud pública.
La
leche materna es un alimento estéril, económico, disponible en todo momento y a
libre demanda, lo que representa una ventaja significativa frente a las
fórmulas artificiales, tanto por su impacto en la economía familiar como por su
contribución al medio ambiente.
La
lactancia es también el primer contacto piel a piel que permite al recién
nacido experimentar el sentido del gusto, estimular su desarrollo físico y
emocional, y dar los primeros pasos en el lenguaje a través del acto de
succión. Este esfuerzo motor que realiza el bebé fortalece su musculatura oral,
lo cual incide en habilidades futuras como la masticación y el habla.
“Desde
el momento en que el bebé se aferra al pecho, se inicia una conexión única. La
lactancia no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, brindando
seguridad, apego y amor”, explica Rodríguez.
Además,
durante la lactancia, el cuerpo de la madre libera oxitocina, una hormona que
favorece la contracción del útero y reduce el sangrado postparto, ayudando a
una mejor recuperación y además contribuye a la pérdida de peso natural tras el
embarazo.
Desde
los Centros Médicos Colsanitas, se trabaja de manera integral para apoyar a las
madres en todas las etapas: preconcepción, embarazo, parto y posparto. Este
acompañamiento incluye talleres grupales, consultas individuales y espacios
psicoprofilácticos, todos orientados a brindar información clara y práctica
para una lactancia exitosa.
“Nuestro
rol como profesionales de la salud es estar cerca de las madres, escuchar sus
dudas y acompañarlas en el proceso. A veces damos por sentado que todas saben
cómo lactar, pero la realidad es que muchas enfrentan dificultades y necesitan
apoyo”, destaca Rodríguez.
Los
cursos y talleres, que también involucran a las familias y redes de apoyo,
abordan aspectos fisiológicos como el desarrollo de los senos y el cambio de
color del pezón, técnicos como el agarre correcto del bebé y sociales
derribando mitos y promoviendo el papel de la pareja y la familia en la
lactancia.
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