martes, 12 de agosto de 2025

¿QUÉ ES EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO? UNA GUÍA PARA LOS ADULTOS MAYORES

      Con el objetivo de promover una vejez saludable, segura y activa, EPS Famisanar comparte una serie de recomendaciones para el cuidado integral de los adultos mayores, haciendo énfasis en la prevención de riesgos, la atención a enfermedades crónicas y la importancia del acompañamiento físico y emocional en esta etapa de la vida.

Una persona se considera adulto mayor cuando llega a la edad de 60 años, en este momento de la vida se debe prestar atención especial para mantener una salud adecuada y llegar a una vejez digna. Entre algunas de las recomendaciones iniciales se encuentra la visita al médico mínimo cada 3 años; sin embargo, si se presenta algún síntoma que deba ser evaluado, el servicio de medicina general debe ser la primera opción, al igual que acudir al servicio de urgencias.

Promover el envejecimiento activo, es decir, la capacidad de independencia de los adultos mayores, es vital para prevenir ciertas enfermedades que se pueden presentar en esta etapa. Por esto, Cristina Rodríguez, Profesional de Gestión de Riesgo Primario de EPS Famisanar recomienda una serie de acciones que se pueden implementar en el hogar para seguirlos involucrando en la vida familiar y que no sean vistos como una carga. “Cuando vivimos con adultos mayores o nuestros abuelos, es recomendable involucrarlos en las labores cotidianas o conversaciones habituales que tengamos como familia. Somos los cuidadores, quienes estamos a cargo de ellos y debemos promover su bienestar”, asegura Cristina Rodríguez.

Además, la EPS recomienda: asegurar el entorno donde viven para que sea accesible y libre de obstáculos; establecer rutinas diarias que favorezcan su autonomía; brindar acompañamiento emocional, mantenerlos activos y escuchados; supervisar la medicación, la alimentación y la hidratación; y estimular la participación en actividades físicas, mentales y sociales.

“Esta población puede estar expuesta a diferentes situaciones que ponen en riesgo su salud como las caídas, por pérdida de fuerza o visión, la soledad, depresión y deterioro cognitivo, incluyendo demencia. También, por el consumo excesivo de medicamentos sin supervisión e incluso casos de maltrato o negligencia dentro del entorno familiar”, agrega Cristina Rodríguez.

Del mismo modo, es necesario asistir al médico lo más pronto posible si se perciben cambios repentinos en el estado de ánimo, el comportamiento o la memoria. También, si se presenta dificultad para caminar, mareo, caídas, pérdida del equilibrio o cambios en el patrón de sueño o al momento de ir al baño. Se invita a los adultos mayores a consultar al médico frente a síntomas como fiebre, dolor persistente, dificultad para respirar o alteración del apetito.

Otras recomendaciones para sus familiares o cuidadores:

EPS Famisanar asegura que para promover el cuidado de estas personas se pueden instalar barras de apoyo en baños y pasillos, eliminar tapetes sueltos, mejorar la iluminación, usar zapatos antideslizantes y sillas con apoyo. Incluso adaptar espacios de uso frecuente (cama, cocina, baño) para facilitar la movilidad.

En qué casos no se pueden dejar solos a los adultos mayores:

     Cuando hay diagnóstico de demencia moderada o severa.

     Si tiene alto riesgo de caídas o movilidad severamente reducida.

     En presencia de condiciones médicas inestables (oxígeno, nutrición asistida, sondas).

     Cuando hay antecedentes de accidentes recientes, confusión o pérdida de conciencia.

     Si no puede garantizar su autocuidado básico (comer, higiene, medicación).

Por otra parte, en cuanto a la alimentación de los adultos mayores, esta debe estar sustentada en alimentos naturales como frutas, verduras, proteínas magras, legumbres y cereales integrales. Se deben incluir alimentos como leche y queso que aportan calcio, al igual que avena para mejorar el tránsito intestinal. En el caso de los pacientes con enfermedades de base como diabetes, hipertensión, enfermedad renal, entre otras, deben seguir estrictamente las recomendaciones de sus médicos tratantes.

Para los adultos mayores con enfermedades crónicas o condiciones de base, se recomiendan cuidados especiales que ayuden a mantener su estabilidad y bienestar general:

     Cumplir rigurosamente con el esquema de medicamentos y los controles médicos establecidos.

     Hacer seguimiento constante a signos de alarma o posibles descompensaciones.

     Ajustar la alimentación, la actividad física y la rutina diaria según lo indique su condición médica.

     Promover el autocuidado dentro de sus capacidades físicas y cognitivas.

     Mantener actualizadas las vacunas, en especial contra influenza, neumococo y COVID-19.

Finalmente, para promover la agilidad mental de los adultos mayores se pueden realizar actividades como lectura, sopas de letras, juegos de memoria y crucigramas. Hablar con ellos, invitarlos a participar en actividades familiares y sociales, enseñarles a usar la tecnología, dejarlos tomar sus propias decisiones e incorporar dinámicas que estimulen su mente de forma amable, son acciones clave para contribuir a un envejecimiento activo y saludable.

 

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