martes, 5 de agosto de 2025

 MÁS ALLÁ DE LAS ARRUGAS: LA CONEXIÓN ENTRE CUERPO, MENTE Y AUTOESTIMA

A lo largo de los años, se enfrentan  cambios en la percepción que se tiene de los cuerpos propios, lo que ejerce una presión constante en la salud mental. En el caso de los adultos mayores, esta situación adquiere una dimensión más compleja, por los cambios físicos inevitables o por temas como la presión social y cultural.

De acuerdo con Mental Health Foundation el 76% de los adultos mayores no se sienten satisfechos o presentan algún grado de insatisfacción con su cuerpo, lo que muestra una desconexión entre cómo se ven y cómo creen que se deberían de ver. Esta inconformidad puede derivar en problemas emocionales significativos y afectar la calidad de vida.

“La percepción del cuerpo en la vejez va más allá de lo estético” explica Diana Carolina Rodríguez, directora de Programas de Versania Cuidado y Vida, además menciona que los cambios inevitables como la pérdida de elasticidad en la piel, la disminución de masa muscular y el aumento de peso no solo afectan la imagen física, sino también la funcionalidad. Esto limita la capacidad para realizar actividades físicas y sociales, aumentando la percepción de aislamiento y los síntomas depresivos.

Es por esto que Rodríguez señala que la presión por cumplir con ideales corporales inalcanzables afecta tanto a las personas mayores como a los jóvenes. “En muchos casos, las enfermedades relacionadas con la imagen corporal que surgen en la juventud, como la anorexia o la bulimia, pasan a ser crónicas y se mantienen en la vejez. Sin embargo, como sociedad no estamos preparados para detectarlas y tratarlas adecuadamente en esta etapa de la vida”.

Además de los factores físicos y emocionales, la influencia de los estereotipos creados por la sociedad juegan un papel crucial en la percepción corporal de las personas mayores, entendiendo que los adultos mayores suelen ser representados bajo una visión negativa como figuras decrépitas, reforzando la idea de que el envejecimiento es visto como una pérdida de valor, incrementando el temor al envejecimiento y el rechazo hacia los propios cambios corporales.

Ante este panorama, es fundamental fomentar la salud mental y una percepción saludable del cuerpo en la vejez, que reconozca que la imagen corporal en esta etapa no es solo un asunto estético, sino que es una cuestión de salud que debe ser abordada sin prejuicios. Es esencial brindar un enfoque que permita a las personas mayores comprender y aceptar los cambios físicos con respeto y dignidad. Así mismo, las familias y cuidadores desempeñan un papel crucial al reforzar una percepción positiva,  creando espacios para conversaciones abiertas sobre el envejecimiento, reforzando la autoestima y brindando un apoyo emocional constante que promueva una visión positiva de esta etapa de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario