CARDIOLOGÍA INTERVENCIONISTA MÍNIMAMENTE INVASIVA: UNA NUEVA ERA EN LA ATENCIÓN CARDIOVASCULAR EN COLOMBIA
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), más del 75% de las muertes por ECV ocurren en países de ingresos medios y bajos[1], y en la región de las Américas más de 2 millones de personas fallecieron por esta causa en 2019[2]. En Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) registró más de 80 mil decesos relacionados a esta causa en 2023.
“Cada avance que reduce el dolor, la
incertidumbre o el tiempo de recuperación de un paciente representa un triunfo
de la tecnología puesta al servicio de la vida. Hoy, la cardiología
intervencionista mínimamente invasiva está redefiniendo la manera en que
entendemos la atención cardiovascular en el país”, afirmó Adriana Franco, Country
Manager de GE HealthCare Colombia.
Las enfermedades afectan al
corazón o los vasos sanguíneos (venas y arterias) y pueden ser causadas por diversos
factores, tales como: hipertensión arterial, dieta poco saludable, colesterol
alto, diabetes, contaminación atmosférica, obesidad, tabaquismo, enfermedades
renales, inactividad física, consumo nocivo de alcohol y estrés. Además, los
antecedentes familiares, el origen étnico, el sexo y la edad también pueden
afectar al riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona, según datos de
la Federación Mundial del Corazón[3].
“Si bien
algunas de estas enfermedades pueden requerir tratamientos médicos prolongados como cirugía abierta o manejo especializado, una gran parte de
las EVC gracias a la tecnología médica de hoy pueden ser atendidas por medio de la cardiología
intervencionista mínimamente invasiva, que representa una alternativa segura y
eficiente para los pacientes, al mismo tiempo que está redefiniendo la manera
en que entendemos la atención médica de alta complejidad”, explicó
Adriana Franco.
La Fundación Corachan señala
que esta especialidad médica, centrada en el diagnóstico y tratamiento de
enfermedades cardiovasculares, utiliza técnicas mínimamente invasivas en las
que los profesionales de la salud, a través de las arterias y venas, pueden tratar diversas
afecciones cardíacas sin necesidad de cirugía a
corazón abierto.[4]
Ahora bien, estos procedimientos se
hacen generalmente en un laboratorio de cateterismo cardíaco, también conocido
como sala de hemodinamia, que cuenta con tecnología médica que ofrece una
visualización excelente del corazón y de sus cavidades. Además, estos equipos,
integran sistemas diseñados para proporcionar imágenes con la claridad
necesaria[5] y
por si fuera poco, recientemente se han incorporado sistemas avanzados de
imagenología con Inteligencia Artificial (IA) para apoyar al personal médico en
el diagnóstico y tratamiento en tiempo real de enfermedades cardiovasculares y
otras afecciones[6].
Más allá del beneficio directo para los
pacientes, estas terapias impactan positivamente en la sostenibilidad del
sistema de salud, al reducir costos hospitalarios y estancias prolongadas. En
consecuencia, contar con estas tecnologías en hospitales públicos y privados
representa una oportunidad decisiva para salvar vidas y garantizar un acceso
más equitativo a tratamientos de vanguardia.
“En GE HealthCare creemos que la innovación debe estar al alcance de todos. Nuestra misión es acompañar a los médicos con herramientas que potencien su labor y, al mismo tiempo, garantizar que cada paciente tenga acceso a una atención más rápida, precisa y humana”, concluyó Adriana Franco.
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