martes, 2 de diciembre de 2025

 ENVEJECER CON PROPÓSITO: EL RETO DE UNA COLOMBIA QUE VIVE MÁS

Colombia envejece más rápido de lo que se prepara para el cuidado. Con más adultos mayores que niños proyectados para las próximas décadas, el desafío ya no es solo vivir más, sino vivir mejor. Envejecer con sentido implica mantener la autonomía, fortalecer los vínculos y preservar el propósito de vida.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), para 2080 las personas mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18. Este cambio demográfico exige transformar los sistemas de salud, los modelos de acompañamiento y las redes de apoyo familiar y comunitario.

“El envejecimiento no es una enfermedad, es una etapa que requiere cuidado integral. Ya no podemos enfocar los esfuerzos solo en curar, sino en garantizar bienestar físico, emocional y cognitivo”, explica Diana Carolina Rodríguez, neuropsicóloga especialista en envejecimiento y directora del programa Cuidado y Vida de Versania.

El envejecimiento, no es un proceso uniforme, sino una experiencia diversa y llena de matices. Existen los llamados viejos jóvenes, entre los 60 y 70 años, generalmente funcionales e independientes; los viejos viejos, entre 70 y 80, que comienzan a requerir mayor acompañamiento; y los centenarios, mayores de 90, una población cada vez más visible gracias al aumento de la longevidad. Con la edad, el cuidado se vuelve más integral. En casos de deterioro cognitivo, la pérdida de autonomía y la dinámica familiar son determinantes. “Estas enfermedades son sistémicas: una persona tiene el diagnóstico, pero los síntomas los vive toda la familia”, advierte Rodríguez.

Desde su propósito de resignificar el envejecimiento, el programa Cuidado y Vida impulsa actividades que estimulan la mente, el cuerpo y las emociones. Las sesiones tanto presenciales o virtuales se adaptan a las capacidades e intereses de cada persona e incluyen ejercicios como coordinación, yoga en silla, tai chi, zumba adaptada, juegos de mesa, aprendizaje tecnológico y espacios de reflexión emocional o espiritual.

Además de acompañar a los adultos mayores, el programa también forma y apoya a los cuidadores, brindando herramientas prácticas y soporte emocional. “El cuidado puede ser una oportunidad de crecimiento personal si se vive en compañía y con apoyo. Nadie nace sabiendo cuidar”, resalta Rodríguez.

Envejecer con dignidad significa contar con redes de apoyo, actividades con sentido y un entorno que valore la experiencia. Significa, sobre todo, reconocer que ser viejo es motivo de orgullo,y que  el envejecimiento es sinónimo de plenitud, sabiduría y dignidad.

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