¿TRISTEZA CONSTANTE O DEPRESIÓN PERSISTENTE? LO QUE DEBE SABER SOBRE LA DISTIMIA
A diferencia de la depresión mayor, los síntomas de la distimia no siempre son incapacitantes, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento oportuno. Muchas personas que la padecen han aprendido a vivir con un estado de ánimo bajo constante, sin darse cuenta de que hay opciones de tratamiento disponibles.
Andrea Caballero Duque, Directora Médica
y Científica de la Clínica Eirén señala que “los
síntomas físicos clásicos, como alteraciones del sueño y del apetito, no son
tan evidentes en la distimia ya que, aunque no impiden que la persona realice
sus actividades diarias, a menudo se subestima su impacto en la salud mental.
Esta condición puede deteriorar significativamente las relaciones sociales, el
entorno laboral y otras áreas clave de la vida de un individuo. En algunos
casos, la distimia puede evolucionar hasta convertirse en una depresión mayor,
un fenómeno conocido como depresión doble”.
Para Caballero, la distimia es solo una
de las muchas manifestaciones del espectro depresivo. Existen otros trastornos
menos conocidos pero igualmente debilitantes:
●
Trastorno mixto
ansioso-depresivo:
que combina síntomas de ansiedad y depresión sin que uno predomine sobre el
otro.
●
Trastorno disfórico
premenstrual:
vinculado a cambios hormonales en mujeres antes, durante y después de la
menstruación.
●
Trastorno de
desregulación destructiva del estado de ánimo: afecta a niños y
adolescentes, caracterizado por episodios de ira intensa y desproporcionada.
●
Depresión inducida por
sustancias o medicamentos: relacionada con el consumo de alcohol, drogas o ciertos
fármacos.
●
Depresión estacional: ocurre en determinadas
épocas del año, generalmente en invierno, debido a la falta de luz solar.
Estos trastornos pueden confundirse con
otras afecciones o atribuirse a factores externos, lo que subraya la
importancia de la evaluación profesional. Muchas veces, los síntomas son
malinterpretados como simple estrés o cambios de humor temporales, lo que
retrasa el acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuado. La educación sobre
la salud mental es un factor esencial para combatir la estigmatización y
fomentar la prevención.
El diagnóstico de los trastornos
depresivos se basa en manuales internacionales como el DSM (de la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría) y el CIE-10 (de la OMS). Sin embargo, la doctora
Caballero, advierte que “la distimia es
como un zumbido, el ruido es bajo, pero persiste durante mucho tiempo. Es un
desgano y una falta de energía, un diagnóstico preciso requiere un análisis
detallado del historial y la evolución del paciente; no basta con encajar en
una lista de síntomas”.
El tratamiento varía según el tipo y la
gravedad del trastorno. La psicoterapia es la primera línea de intervención,
con enfoques como la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a modificar
patrones de pensamiento negativos. En algunos casos, se recomienda el uso de
antidepresivos bajo supervisión médica. Además, estrategias complementarias
como el ejercicio regular, una alimentación equilibrada y una rutina de sueño
adecuada pueden contribuir significativamente a la recuperación.Es fundamental
comprender que la recuperación es un proceso gradual y que cada persona tiene
su propio ritmo de mejoría.
El desconocimiento y el estigma
dificultan el acceso a la atención adecuada. Identificar los síntomas y acudir
a un profesional son pasos clave para abordar la depresión de manera efectiva. “Cualquier cambio persistente en el estado
de ánimo es motivo de consulta. La salud mental debe priorizarse tanto como la
física”, enfatiza Caballero.
Hablar de depresión es fundamental para
romper barreras y facilitar el acceso a tratamientos. Comprender que existen
múltiples tipos de trastornos depresivos ayuda a sensibilizar a la sociedad y a
fomentar una atención más oportuna. Las redes de apoyo también juegan un papel
crucial en el proceso de recuperación, los amigos, familiares y compañeros
pueden ser clave para motivar a una persona a buscar ayuda y mantenerse en
tratamiento. La empatía y la escucha activa son herramientas esenciales para
acompañar a quienes lo necesitan.
Si experimenta síntomas de depresión, ansiedad persistente o cualquier alteración en su estado de ánimo, consulte con un especialista. La salud mental es una prioridad que no debe ignorarse. La depresión es tratable y con el apoyo adecuado, la recuperación es posible.
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