SIETE MITOS Y/O ESTEREOTIPOS SOBRE LA SALUD MENTAL QUE DEBEMOS ROMPER
Como parte de la campaña ABRAZA TU MENTE, DE SALUD MENTAL
SÍ HABLAMOS, UNICEF invita a conocer cuáles son y a trabajar para romper los siete
mitos que generan discriminación y rechazo, para así comenzar a entender
la salud mental como un estado de bienestar y no únicamente como un problema o
trastorno.
“Estos mitos alrededor del tema limitan sus
oportunidades de crecer, aprender y prosperar. No debemos olvidar que la salud
mental es un derecho básico y esencial para alcanzar los Objetivos de
Desarrollo Sostenible. Los niños, niñas y adolescentes, así como los padres,
madres y cuidadores suelen tener dificultades para hablar de sus emociones, en
muchos casos, por temor a los comentarios desagradables, las burlas y el acoso que
provocan el estigma y las interpretaciones erróneas relacionadas con salud
mental”, señala Salua Osorio, oficial de Salud y Nutrición de
Unicef en Colombia.
La campaña busca precisamente contrarrestar esa narrativa negativa sobre salud mental, de tal manera que podamos hablar del tema como algo cotidiano, positivo, necesario y sin prevenciones.
Los siete mitos y la realidad
Mito 1: Si alguien tiene un problema de salud mental es porque es poco
inteligente.
Realidad: Las enfermedades mentales, al igual que las enfermedades físicas, pueden afectar a cualquier persona, sin importar su nivel de escolaridad, conocimiento o la suma de otros atributos intelectuales.
Mito 2: Solo debes cuidar tu salud mental, si tienes un problema de salud mental.
Realidad: Tomar medidas activas para favorecer
el bienestar y mejorar la salud mental resulta beneficioso para todo el mundo,
de la misma forma que tomamos medidas activas para adoptar un estilo de vida
saludable con el fin de cuidar nuestra salud física.
Mito 3: El deterioro de la salud mental no es un problema
que afecte a los adolescentes. Sus cambios de humor se deben a las
fluctuaciones hormonales y actúan así para llamar la atención.
Realidad: Los adolescentes suelen tener
cambios de humor asociados a su etapa de desarrollo, pero eso no significa que
no puedan tener también problemas y/o trastornos de salud mental. El 14% de los
adolescentes de todo el mundo tiene problemas de salud mental. Globalmente, el
suicidio es la quinta causa de muerte más frecuente entre los jóvenes de 10 a
15 años y la cuarta causa de muerte más común entre los adolescentes de 15 a 19
años. La mitad de los problemas de salud mental aparecen antes de los 14 años.
Si las niñas, niños y adolescentes hacen algo para llamar la atención, será
nuestro deber brindársela.
Mito 4: No se puede hacer nada para evitar que las personas desarrollen
problemas de salud mental.
Realidad: Son muchos los factores que
pueden proteger a las personas de los problemas y trastornos emocionales y/o mentales,
entre ellos, el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales, la
búsqueda de ayuda y apoyo en fases tempranas, el desarrollo de relaciones
familiares comprensivas, afectuosas y cálidas, un entorno escolar positivo y
patrones de sueño saludables, entre otros.
La capacidad para superar las adversidades se basa
en una combinación de distintos factores; las niñas, los niños y adolescentes
que afrontan con éxito la adversidad suelen tener una resistencia biológica y
relaciones estables y de apoyo con la familia, los amigos y los adultos de su
entorno, lo que da lugar a una combinación de factores que favorecen el bienestar.
Mito 5: Un problema de salud mental es una señal de
debilidad. Si la persona fuera más fuerte, no tendría ese problema.
Realidad: Un problema emocional o de salud mental no tiene nada que ver con ser débil o no tener fuerza de voluntad. No es algo que las personas elijan tener o no tener. De hecho, reconocer que se necesita ayuda para superar un problema de salud mental requiere mucha fuerza y valor. Cualquier persona, sin importar la edad, puede desarrollar un problema de salud mental.
Mito 6: Los adolescentes que sacan buenas calificaciones y tienen muchos amigos
no padecen problemas de salud mental, pues no tienen motivos para deprimirse.
Realidad: La
depresión es un trastorno de salud mental muy habitual que resulta de una
compleja interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. Puede
afectar a cualquier persona, independientemente de su situación socioeconómica
o de su aparente calidad de vida. Los jóvenes con buenos resultados escolares
pueden sentirse presionados por el éxito, lo que puede causarles ansiedad o
pueden vivir dificultades en casa. También es posible que sufran depresión o
ansiedad sin una razón fácilmente identificable.
Mito 7: Una mala crianza es la causa de los problemas de salud mental en los
adolescentes.
Realidad: Numerosos factores, entre ellos
la pobreza, la exposición a la violencia, la migración y otras experiencias adversas,
pueden influir en el bienestar y la salud mental de las niñas, los niños y los
adolescentes, sus cuidadores y en la relación entre ellos. Con apoyos adecuados,
los y las cuidadores(as) pueden desempeñar un papel fundamental para acompañar a
los adolescentes a superar los desafíos que enfrentan.
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