“EL USO TEMPRANO Y SIN CONTROL DE LAS PANTALLAS REDUCE LA ATENCIÓN, EL LENGUAJE Y EL SUEÑO INFANTIL”
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“Es
fundamental establecer límites y promover interacciones significativas para
evitar efectos negativos en los niños” afirma Ghada Aboud, coordinadora del
Grado en Magisterio de Educación Infantil de la Universidad Europea
● Es recomendable restringir el uso de pantallas en edades tempranas, permitiendo únicamente videollamadas con acompañamiento o limitar el tiempo de exposición y seleccionar contenidos de calidad para los preescolares
El lenguaje también se ve afectado si la pantalla sustituye a la interacción humana. “Para hablar y comprender necesitamos conversación real. Mirar a la cara, responder por turnos o jugar con las palabras. Cuando falta ese diálogo, el vocabulario crece más despacio y las habilidades de comunicación se resienten”, explica Aboud. El objetivo no es satanizar la tecnología, sino integrarla con criterio. Una app educativa con acompañamiento adulto no equivale a vídeos encadenados en soledad. “La clave es elegir bien, acompañar y dosificar”.
La
pauta práctica es sencilla y aplicable a cualquier familia. Establecer zonas
sin pantallas en dormitorios y comedor, apagar dispositivos al menos una hora
antes de dormir, exponerse a luz natural por la mañana o priorizar juego
activo, lectura compartida y vida al aire libre. “Los niños aprenden por
imitación. Si nos ven con el móvil en la mesa, pedirles que lo guarden no
funciona. El mejor control parental es el ejemplo”, subraya la experta de la
Universidad Europea. Para edades tempranas propone contenidos de calidad y ver
este contenido en conjunto con preguntas sencillas: ¿qué estás viendo?, ¿qué te
gusta? o ¿qué has entendido? “Ese diálogo convierte la pantalla en una
oportunidad para aprender y no en una niñera electrónica”, afirma la experta.

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